viernes, 24 de junio de 2011

Las mujeres no se cansan con desempleados

Tres cuartas partes de las mujeres no se casarían con un desempleado. La mayor parte de mujeres se casaría por amor antes que por dinero, pero, eso sí, solo si el aspirante a marido tiene un empleo. Parece que, entre ellas, el romance ha dejado paso a la practicidad.

No hay duda que el romance está en vías de extinción. Por lo menos el romance a la antigua, ese de los tiempos del “contigo pan y cebolla”.

Ahora, la mayoría de mujeres se casaría con el hombre que ama... siempre y cuando este no sea un desempleado.

Una encuesta realizada por ForbesWoman.com, para la página de parejas Yourtango.com, reveló que un 75% de mujeres (las tres cuartas partes del total) no se casaría con alguien que no tuviera un empleo.

Curiosamente, son las mismas que, en un 91%, aseguran que se casarían por amor antes que por dinero.

“Es irónico que las mujeres den más importancia al amor que al dinero, pero no se casarían si ellas o su pretendiente están en paro”, comentó Meghan Casserly, de ForbesWoman.

En todo caso, las mujeres también se sienten en pie de igualdad, pues el 65% de ellas estarían incómodas al casarse si ellas mismas no tuvieran trabajo y, aunque la mitad (50%) dijo que no se casaría con alguien que ganara mucho menos que ellas, un respetable 41% dijo que sí lo haría.

Lo más revelador de la encuesta, realizada entre 625 estadounidenses, es que el 77% señala que puede tenerlo todo en la vida: una vida familiar y de pareja satisfactorias y una carrera de éxito.

¿Amas de casa?

Por otro lado, el 55% se mostró más “a la antigua”, pues abandonaría su carrera para cuidar de los niños si se lo pidiera su pareja, pero solo el 28% le pediría lo mismo a su pareja.

Pero, por cierto, hay una diferencia en este ítem entre las mujeres casadas y las solteras, pues casi seis de cada diez casadas dejarían su empleo por cuidar a los hijos, pero solo dos de cada diez solteras estaría dispuesta a tal sacrifico.

Lo más revelador de la encuesta es que el trabajo está ocupando cada vez mayor espacio entre las prioridades de las mujeres, al punto que es lo que las preocupa en mayor medida. Dos de cada cinco (40%) señalan que lo que más puede quitarles el sueño es su trabajo, más o menos la misma proporción de las que pierden el sueño por preocupaciones amorosas.

De las encuestadas, el 63% señaló que trabaja entre 40 y 59 horas a la semana, y el 62% de las mujeres que tienen una relación dicen que pasan solo tres horas –a veces menos– despiertas con sus parejas durante los días laborables.

Casserly interpreta las cifras de su encuesta y señala: “La carrera está ocupando de verdad la posición número uno para las mujeres trabajadoras. Pero es bastante irónico que esta cantidad de mujeres creen que pueden tenerlo todo. ¿Cómo? ¿Cuándo?”.

Lo cierto es que la encuesta revela que la mujer ha experimentado un cambio radical en su manera de ver las relaciones de pareja. No es que ahora sean más “interesadas” que antes. Simplemente buscan una relación de mayor equidad financiera con sus parejas que sus madres y sus abuelas.

La nueva forma de emanciparse

Anteriormente la emancipación de la mujer de la tutela paterna se producía con el matrimonio. Hoy no. Según Pau Mari-Klose, coautor del informe ‘Matrimonios y parejas jóvenes’ (España, 2009), “el perfil de la persona joven que se emancipa es la que se va a vivir con su pareja (un 70%), ya sea después de casarse (42%) o para formar pareja de hecho (28%).

De otro lado, cada vez tardan más en comenzar la vida en pareja: un 12% de los jóvenes se ha ido a vivir con su pareja un año después de conocerla; mientras que el 50% lo hizo tras cuatro años y medio de haberla conocido.

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