¿Los metrosexuales pasaron de moda? No es el machote a lo John Wayne, pero tampoco es delicadito metrosexual que no cambia un foco por no malograrse la manicure. Es un hombre de verdad que regresa... pero nunca se fue del todo.
Hace unos años, ellas se derretían por los hombres delicados, sensibles y muy cuidadosos de su apariencia: los metrosexuales. Pero este tipo de hombre parece estar pasando de moda y dejando paso a un espécimen que nunca se fue del todo: el macho tradicional. Es decir, el retrosexual.
El prototipo del retrosexual no es necesariamente un tipo guapo pero sí muy varonil y fuerte. Es heterosexual, casado o soltero, monógamo, fiel, y no se ocupa tanto de su aspecto personal.
Mark Simpson, en el 2003, fue el primero en usar el neologismo para describir a un varón que, en algunos ámbitos, se conocería como oposición a la figura del metrosexual.
Los retrosexuales se caracterizan por invertir la menor cantidad posible de tiempo, dinero y esfuerzo en cuidar su aspecto personal y cualquier detalle que pueda afectar a su imagen. Es decir, les llega altamente lo que los demás puedan decir de él.
Pero los machos de hoy han aprendido de la experiencia de sus antecesores y ya no toman a las mujeres como objetos ni como seres menores. Tampoco se hacen los insensibles. Tienen más claros sus sentimientos y no temen expresarlos. Ellos no son un impávido Humphrey Bogart viendo partir a Ingrid Bergman, incapaz de decirle cuánto la ama.
El prototipo cinematográfico por excelencia es un macho como Javier Bardem, pero también tenemos a otros, como Benicio del Toro o –entre los más jóvenes– a Ashton Kutcher, Juan Manuel Vargas encarna, por lo menos físicamente, ese estilo.
Es decir, son hombres que buscan afirmarse en sus testosteronas para responder a las exigentes féminas de hoy, cuya creciente autosuficiencia ha hecho que los varones de hoy se vean obligados a cuidar de sí mismos pues ya casi no existen mujeres con vocación de ama de casa para atender sus necesidades.
Pero a las mujeres de hoy les es muy atractivo el retrosexual, porque identifica lo que ellas quieren, que es sentirse seguras y confiadas en sus relaciones, aunque estas no sean necesariamente a largo plazo.
El retrosexual es la prueba de que los hombres y las mujeres están cambiando sus formas de relacionarse para encontrar un punto de equilibrio y no perder sus espacios ni libertades logradas hasta ahora.
¿Es usted un retrosexual?
• Toma estilos y apariencia de los años 80, 70 y 60.
• Tiene un aspecto natural, rudo y despreocupado.
• Es formal y educado.
• Siempre paga la cuenta, aunque ella insista en que no.
• No se atemoriza ante ninguna situación.
• No usa ropa ajustada ni sin mangas.
• Conoce qué es el sexo y cómo practicarlo.
• No le importa si están de acuerdo con él o no. No va a cambiar de opinión solo por dar gusto a otros.
• No le teme a la soledad, la disfruta.
• Sabe usar una navaja, un martillo, un taladro y arregla hasta fugas de agua.
• Es responsable de sus actos y no culpa a otros de sus errores.
• Es un hombre feliz con su vida.
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