lunes, 25 de julio de 2011

No todas las horas del día son ideales para el sexo

¿Usted se muere de ganas y su pareja solo quiere ver la tele? ¿O anda desganado y ella/él tiene ganas de hacer su propio video XXX? La culpa es del biorritmo y aquí le enseñamos cómo manejarlo en su beneficio erótico.

Para algunos, el mejor sexo es un “mañanero” rapidito antes de irse a trabajar, pero, para otros, nada mejor que un relajado encuentro sexual tras una romántica cena.

Sin embargo, un estudio alemán ha revelado que el organismo de los seres humanos sí está predispuesto para el sexo a horas específicas del día. Esto se debe a nuestros biorritmos, que son ciclos naturales de energía. Según los sexólogos que desarrollaron este estudio, el biorritmo puede alterar, beneficiar o no la libido a diversas horas del día. Hay una gran variedad de ritmos biológicos. Para cada uno de nosotros, un periodo de actividad es seguido por uno de relajación y otro de apatía, cuando ya nos estamos quedando sin energía.

Por supuesto, cuanto más coincidan los biorritmos de la pareja, mayor coincidencia habrá en su biorritmo sexual.

El líder del proyecto, Peter Platz, especialista en problemas sexuales de Hamburgo, graficó “las curvas del deseo” y encontró puntos de coincidencia entre hombres y mujeres.

Su teoría señala que las mejores horas para hacer el amor y en que las curvas de ambos sexos coinciden son a las 9 de la mañana y a las 4 de la tarde. Aunque el popular “mañanero” tiene sus beneficios, no es sino hasta las 9 de la mañana que el cuerpo de ambos está listo para la acción. Antes, el organismo femenino no está del todo dispuesto ya que la hormona del sueño está en un nivel muy alto y la temperatura corporal es baja. Por el contrario, el hombre tiene, a esa hora, las hormonas sexuales totalmente disparadas. A las 9 de la mañana, sin embargo, las endorfinas alcanzan su nivel máximo en las mujeres, y en los hombres las hormonas sexuales se encuentran a un nivel 50 por ciento más elevado que el resto del día.

En la tarde, a eso de las cuatro, puede ser el momento ideal, porque las curvas del deseo de ambos vuelven a coincidir. A esa hora, hombres y mujeres estamos dispuestos al sexo de manera natural. Desgraciadamente, la naturaleza no ha previsto que, justo en ese periodo, las personas tienen las mayores exigencias laborales.

Aunque nos sorprenda, en la noche no es buen momento, según Platz, sobre todo luego de una cena, ya que estar lleno puede disminuir la capacidad física y se puede tener sueño más rápidamente.

Dicen que cada organismo es un mundo, pero, en materia sexual, la naturaleza parece habernos dotado de una especie de mapa cronológico. La clave está en saber manejarlo.

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